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Viaje en el tiempo

Horacio Rodríguez era un anticuario de viejas tecnologías que es como a él le gustaba definirse. Los que le conocieron decían que lo más valioso de su colección era él mismo. Gran parte de su vida dedicó a la conservación de la cultura y saberes tradicionales en forma de objetos y, pero también en forma de historias que, según dicen, contaba de forma magistral.

Como persona, era admirado por todos aquellos que le conocieron. ¿Cuál era su intención?; revitalizar el pueblo, inmortalizar su mundo, dejar algo a las siguientes generaciones para despertar interés por la historia o el mundo campesino…

A los pocos segundos de visitar la exposición te das cuenta, más de cien máquinas de coser de todas las épocas, del gran valor de esta hermosa colección y del tiempo y esfuerzo empleado en ponerlas todas juntas para nosotros.

No creo que nadie con un poco de sensibilidad pueda pasar inadvertido al lado estas bellezas y no transportarse por unos instantes y sentir esos valiosos recuerdos cuando eran utilizadas tan a menudo por nuestras abuelas, nuestras madres. ¡Quién no recuerda ese peculiar sonido!

Su colección no se limita solo a máquinas de coser, también relojes y un sinfín de objetos de uso campesino.

Como persona, era admirado por todos aquellos que le conocieron. ¿Cuál era su intención?; revitalizar el pueblo, inmortalizar su mundo, dejar algo a las siguientes generaciones para despertar interés por la historia o el mundo campesino…

Solo por este viaje en el tiempo a nuestros recuerdos más preciados, merece la pena una detenida visita.