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Reinado

Costumbre profana que todavía permanece viva en Hermisende y Castromil, aunque se celebraba todo el municipio. En los cinco núcleos de población el Reinado dejó de celebrarse durante la Guerra Civil Española y los años inmediatos de posguerra, debido a la represión sufrida ante cualquier tipo de manifestación festiva, incluido el baile. Fue retomada por las poblaciones en los años 50 o 60, dependiendo de la localidad, y manteniéndose viva en los lugares en los que se ha mantenido mayor población (Hermisende y Castromil). En el resto, la despoblación sufrida a raíz de la masiva emigración en la década de los años 60 del s. XX, provocó su desaparición.

Comenzaba en torno al día de Año nuevo, cuando los mozos acarreaban los torgos (cepas de urz) en un carro tirado por yunta de vacas, para cocinar y calentarse durante toda la celebración en la casa donde acostumbraban a celebrar el Reinado. Jornada que iba acompañada de la música del gaiteiro.

* En Hermisende, se trataba de un día festivo en el que pasaban el día arrancando torgos, comían en el monte, iban acompañados de gaitero, bombo y tambor, y a la vuelta eran recibidos en las proximidades del pueblo por las mozas con banderas caseras. Éstas esperaban en el lugar conocido como Arrachado o A Cruz do Mato, con banderas formadas por largas varas coronadas por un ramo o palmete y un pañuelo. Cada barreada llevaba una bandera, la que antes llegaba al carro ofrecía la bandera al mozo que iba encaramado sobre la pila de leña que la colocaba en lo alto del carro.

La víspera de Reyes, cinco de enero, o a veces la antevíspera, mataban el ternero (vitelo) o incluso dos, plato principal de la comida durante los días que duraba el Reinado. Todos los víveres que comían durante el tiempo que duraba la fiesta eran pagados a escote por todos los participantes. El dispenseiro, persona de reconocida confianza, era el encargado de llevar el control de la comida y de guardar las viandas bajo llave. Era una fiesta en la que solo participaban los hombres, y solo alguna mujer colaboraba cocinando.

La víspera de Reyes por la noche ya cenaban todos juntos las vísceras del ternero, al terminar de cenar, todos los mozos acompañados por la banda de música (gaitero, bombo y tambor), daban una ronda por el pueblo para cantar os reis, a la persona de mayor edad de cada una de las casas del pueblo, salvo aquellas que estaban de luto. Canto que presenta variantes entre los pueblos pero entre los que se repite la frase “que por muchos años viva”.